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Artenara
El pueblo de las Casas Cueva
Artenara
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ARTENARA
Algunos musicólogos afirman que el folclore musical canario es el fruto de la mezcla entre la música de percusión aborigen y las melodías peninsulares llegadas con la conquista. El rico y variado folclore musical de Canarias se origina en esa primera mezcla de culturas, a la que habrá que añadir posteriormente, a raíz del flujo humano entre Canarias y América, la aportación de los acordes caribeños traídos por los emigrantes canarios a su regreso.
A nivel popular y municipal, las parrandas y manifestaciones musicales se han mantenido en todas nuestras festividades y como expresión sentida de nuestros estados de ánimo. Todos recordamos pasar por cualquiera de nuestras tiendas de aceite y vinagre y escuchar los timplillos sonar y algún que otro "enralado" entonando viejas melodías canarias.
En nuestro municipio se ha intentado fomentar la participación musical por medio de varias rondallas, entre ellas destaca la "Agrupación Folclórica Virgen de La Cuevita". Pero a causa del descenso de la población del municipio está actualmente inactiva.
Nuestra Señora de La Cuevita es desde 1963, la Patrona del Folclore de Gran canaria, motivo por el cual el último domingo de agosto, rondallas de todos los rincones de nuestra isla vienen a rendirle homenaje.
Hay tres personajes claves en el mundo musical artenarense: José Antonio Ramos y Yeray Rodríguez, hijos predilectos de Artenara y Germán López.
José Antonio Ramos se convierte en el mejor alumno del primer maestro del timple: Totoyo Millares; tras la temprana muerte de José Antonio, continuamos su legado por medio de "Una noche en Artenara con los amigos de José Antonio Ramos" (Concierto anual a celebrar dentro de las festividades estivales de La Cuevita).
Yeray Rodríguez se convierte en el eslabón que une la tradición canaria con la sudamericana por medio del "repentismo o improvisación" de versos y piques típicos de ambas culturas. Es de valorar su labor didáctica con las nuevas generaciones. Y como muestra de ello, son los versos dedicados anualmente por niños de todos los municipios de Gran Canaria a nuestra Señora Del Pino.